La puerta pivotante mas grande del mundo

Cuatro toneladas y seis metros de alto por tres de ancho: estas son las dimensiones de la puerta pivotante que se instaló en esta vivienda rehabilitada en Amberes, probablemente la puerta de estas características con mayores dimensiones conocidas.

El encargo que llegó al estudio Sculp IT fue la rehabilitación de esta vivienda burguesa, con fachada y distribución clásicas y no conectadas con el jardín trasero. La renovación consistió en la revisión de los elementos históricos existentes y la ampliación absolutamente contemporánea hacia el jardín posterior.
Las dos hojas de esta puerta cubren el total de los tres niveles en los que se distribuye la ampliación de la vivienda. El objetivo de sus arquitectos, Pieter Peerlings y Silvia Mertens, del estudio Sculp IT, era asegurarse de que los tres niveles de la nueva estructura se beneficiasen de la luz natural y las vistas al jardín posterior, lo cual no ocurría en la vivienda existente.

La puerta, que según el estudio belga Sculp IT es «la puerta pivotante más grande del mundo«, forma la pared posterior de la extensión de la casa, y conecta una nueva cocina y el comedor con el jardín trasero de la vivienda.
Este par de hojas de tan espectaculares dimensiones se encargaron al fabricante suizo Jansen, con la ingeniería a medida proporcionada por el distribuidor SAO Jansen. Están equipadas con vidrio aislante, y cada hoja se abre con un pivote en lugar de una bisagra tradicional.

La nueva zona de la planta baja se compone de una cocina y comedor de planta abierta contiguo al jardín, mientras que las habitaciones y el garaje se encuentran dentro del edificio existente.
El hormigón pulido es el suelo de la ampliación y continúa hacia la terraza del jardín, proporcionando una sensación de continuidad entre los espacios interiores y exteriores.
Las encimeras también están hechas del mismo material. En la cocina comedor diseñaron una gran isla con ruedas, que permite su desplazamiento y dota a este espacio de una gran versatilidad.
La oficina se encuentra suspendida sobre la cocina, en el segundo nivel, a la altura del primer piso de la casa existente. Y encima de ésta en el tercer nivel, encontramos una de las dos habitaciones de la planta superior, con acceso a un balcón interno que da a la zona de comedor.
La fachada histórica, en el frente de la calle, se dejó como estaba, para conservar su «esplendor burgués», según los arquitectos Peerlings y Mertens.