El proyecto ganador para la nueva sede de Cruz Roja en Ávila

Ya tenemos propuesta ganadora del concurso de ideas para la nueva sede de Cruz Roja en Ávila. El estudio ABLM Arquitectos abulense es el autor de la propuesta ganadora del concurso que ha organizado Cruz Roja para mejorar el desarrollo de su actividad y solucionar sus nuevas necesidades en la ciudad.

La ciudad de Ávila está rodeada por un anillo verde compuesto por arroyos y huertos al norte, por el río Adaja al oeste y por el río Chico (Grajal) al sur. Este anillo está incompleto en la zona este, debido, en parte, a la presencia del ferrocarril y los nuevos planes parciales que han hecho desaparecer los antiguos cursos de agua procedentes de manantiales. El anteproyecto ganador del concurso pretende construir este eslabón que falta en el anillo verde, mediante la «recuperación, desde la memoria del lugar, de las vinculaciones con los cursos de agua que discurrían por la zona, produciendo un espacio natural hacia la ciudadanía». «La nueva sede de Cruz Roja Española no es un objeto arquitectónico sino un espacio para la ciudad, una experiencia para los ciudadanos», comentan Arturo Blanco y Laura Martínez, del estudio de arquitectura ABLM.

La propuesta se argumenta con tres condicionantes muy importantes: la sostenibilidad medioambiental, social y saludable.

Sobre la sostenibilidad medioambiental el nuevo edificio tendrá un coste energético nulo, mediante la utilización de sistemas pasivos como la orientación, la protección, la ventilación cruzada y las cubiertas vegetales que aumentan la inercia térmica de la construcción. Además contendrá sistemas activos como la producción energética a través de geotermia, la energía fotovoltaica y la recuperación del agua de lluvia. Se planifica la utilización de materiales locales, reduciendo el consumo de materias primas, los impactos asociados a los procesos de fabricación, el gasto energético en el transporte e incentivando las economías locales y regionales.

La propuesta apuesta también por la sostenibilidad social, con la convivencia transversal de diferentes edades y tipos sociales. Se quiere construir una trama de convivencia y de relaciones transversales multidireccionales entre capas y edades sociales que generalmente se encuentran separadas. La nueva sede compatibiliza un plan para personas mayores con talleres, zonas de convivencia, zona de atención, huertos; una zona de juventud y zona de infancia; un plan de socorros y emergencias; un centro de formación con ciberaulas y, por último, un plan de alimentos y teleasistencia.

Esta situación se resuelve con la disposición de los espacios de relación interiores conectados por patios que siempre tiene una de sus caras abiertas al exterior, que unen, relacionan y pueden privatizarse también. Es un edificio abierto a la ciudad que acoge en sus lugares interiores y exteriores usos para la transversalidad social.

La propuesta propone, por último, la sostenibilidad saludable, apoyada en la introducción del paisaje en el proyecto, con el uso de materiales ligeros, a veces imperceptibles, y de vegetación para generar atmósferas capaces de establecer espacios continuos entre el exterior y el interior. Las cualidades vegetales que se proponen en todo el conjunto construyen un paisaje continuo con el interior, apoyándose en patios que se introducen en todos sus niveles y que generan condiciones de habitabilidad y uso saludables.

Se apuesta por la apertura hacia la ciudad, vinculando espacios exteriores e interiores, que apoyan la continuidad espacial.