David Rockwell, sus mejores obras de diseño de interiores

El arquitecto David Rockwell es uno de los diseñadores más prolíficos y eclécticos de Estados Unidos. Rockwell destaca principalmente por sus proyectos de diseño de interiores, escenografías, creación de marcas, diseño de tiendas, restaurantes, hoteles, productos… La variedad de su trabajo es enorme y le ha llevado a crear incluso un mirador sobre la Zona Cero de Nueva York, la escenografía de los premios Oscar de 2009 y 2010, o la terminal de JetBlue en el aeropuerto JFK de Nueva York.

Rockwell es un arquitecto y diseñador estadounidense nacido en Chicago. Durante su infancia vivió de cerca el teatro debido al trabajo de su madre, coreógrafa y bailarina. Eso fue el germen de su pasión por el teatro, el color y el espectáculo. Estudió en la Universidad de Syracuse, además de en la Architectural Association de Londres.

Muy pronto creó su propia empresa, Rockwell Group, en 1984, con un equipo multidisciplinar que no solo atendía proyectos arquitectónicos puros sino también otros proyectos relacionados con el diseño. Su equipo es capaz de realizar espectaculares diseños de interiores para restaurantes, hospitales, tiendas, teatros, museos, festivales, exposiciones o incluso musicales de Broadway. Una capacidad que ha llevado a su empresa a ser una de las más importantes del mundo en este sector.

Rockwell Group tiene en la actualidad su sede en Nueva York pero también oficinas en Madrid y Shanghai, desde donde se acerca a clientes en Europa y Asia. Entre sus múltiples servicios se encuentran la arquitectura, el diseño de Interiores, la escenografía, diseño de productos, diseño de eventos, exposiciones, branding…

Como no podía ser de otro modo sus influencias le han llevado a tener un estilo propio marcado por el teatro, la narrativa espectáculo, la tecnología y el color. De hecho, David Rockwell es uno de los arquitectos más divertidos o con menos miedo al exceso como demuestran su trabajo para la gala de los Oscar o su influyente y prolífico trabajo en Broadway. Él mismo lo resume en esta frase: «Estamos motivados por una profunda curiosidad por el mundo. Esto nos mantiene abierto a las posibilidades, para nuestros clientes y para nosotros mismos».

Así, Rockwell Group utiliza una combinación de tecnología interactiva, objetos hechos a mano, accesorios personalizados y muebles para crear ambientes que se integran perfectamente con el espacio, la tecnología, la artesanía y el diseño. Con todo esto Rockwell consigue construir magia en todos sus espacios, utiliza materiales e iluminación para crear el efecto de estar en un teatro.

Además, Rockwell cuida mucho la elaboración de una narrativa única e individual para cada proyecto, desde el cuadro más grande hasta el detalle más pequeño, todo cuenta una historia.

Entre sus obras más destacadas figura el trabajo realizado para la línea de restaurantes Nobu o el diseño zen que utilizó para los hoteles W. Este es el hotel W Union Square de Nueva York, construido en 1999, con un diseño interior elegante y minimalista.

Estos son los hoteles W Singapore – Sentosa Cove y el W Paris – Opera, también diseñados por David Rockwell.

Nobu Fifty Seven (Nueva York). En 1994 el chef Nobu Matsuhisa abrió sus puertas en el centro de Manhattan. Con el tiempo, Rockwell trabajó con él en el diseño para crear una franquicia global, con restaurantes en Londres, Dubai, Nueva York… En 2005 Nobu expandió su negocio a los hoteles y contó de nuevo con el diseño de Rockwell. La siguiente imagen es el Nobu Fifty Seven de Nueva York.

En Broadway ha diseñado la escenografía del musical Hairspray, entre otros muchos. Rockwell creó el diseño imaginativo del ser para este éxito de Broadway, Hairspray.

Hotel Wyndham Midtown 45, también en Nueva York.

Otro espacio público destacable de David Rockwell es el interior de la terminal de JetBlue en el aeropuerto JFK de Nueva York. En 2008 la aerolínea JetBlue quería crear un salón público memorable para su nueva terminal en el aeropuerto JFK de Nueva York y contrató a Rockwell. Es destacable la tribuna donde los visitantes pueden sentarse y socializar.

La plataforma de observación temporal de la Zona Cero de Nueva York, construida poco después del 11-S quizá no fue un de sus obras más espectaculares pero sí demostró su capacidad de empatizar con las necesidades de cada espacio.

Otro proyecto en el que lleva inmerso mucho tiempo es la zona de juegos para niños Imagination. Rockwell ha creado en varios lugares un espacio dedicado a los niños en el que puedan expresar su imaginación con piezas de construcción gigantes y que se complementan perfectamente. El primer parque lo construyó en Burling Slip, en Manhattan.

Aloft Hotels. Otra cadena de hoteles que pidió ayuda a Rockwell fue Starwood, para la que creo espacios elegantes y modernos.

Este es el Dolby Theatre de Los Angeles, sede de la ceremonia de los premios de la Academia Oscars, en 2010.

David Rockwell también participó con Puertas Lualdi en la creación de una de sus últimas colecciones, American  Collection. Lualdi ha querido siempre considerar la puerta como un elemento de decoración, como un mueble, y para eso se ayudó de tres diseñadores americanos como Robert Stern, Dror Benshetrit y David Rockwell. Este último diseñó las puertas Uptown, Midtown y Downtown, una versión minimalista de las puertas Lualdi.

En la isla de Maui, en Hawai, los motivos de la hospitalidad ritual local y de las propias islas hawaianas fueron los protagonistas en este primer resort de la marca Andaz, el Hotel Andaz Maui en Wailea.

Astor Grill en el Hotel St. Regis de Doha.

Yellow Tail Sushi Bar en el VIE Hotel.

Un espacio de trabajo colectivo con grandes ambiciones sociales, NeueHouse, que está diseñado para emprendedores creativos en Nueva York en un edificio de cinco plantas y muchos espacios abiertos para mejorar las relaciones y la comunicación.

El Hotel Le Méridien, en Oran (Argelia). Un espectacular hotel con un amplio hall de entrada con una caja de cristal de tres niveles que se eleva desde las piscinas de agua en la base de la torre del hotel. El hotel también cuenta con tres restaurantes; una zona de estar al aire libre rodeada por espejos de agua; un spa de 8.600 metros cuadrados; y dos suites presidenciales entre las 300 habitaciones.